Hola amigos y amigas lectores.

Uno de los temas más controversiales y desafiantes en el mundo de la infraestructura, es el tema vivienda y desarrollo urbano; es un gran desafío, pues cada vez tenemos urbes más grandes, y menos áreas donde desarrollar residencias. Reformular ciudades que datan de varios siglos para poder colocar más hogares es un gran reto y conlleva mucha inversión y planeamiento.

Londres, una de las ciudades más antiguas y con gran población urbana, no está ajena a esto, y desde mi punto de vista, sus autoridades han atinado en convocar a un concurso para redefinir el desarrollo urbano de esta hermosa ciudad.

A continuación, les comparto un articulo de la revista “The Construction Index Magazine”, donde ofrecen los detalles del concurso. No sería descabellado realizar algo similar en el gran Santo Domingo en un futuro no muy lejano.

Hasta la próxima.

 

Expondrán Soluciones de Viviendas Para Londres

Ideas creativas para proporcionar nuevas viviendas a la capital se pondrán en exhibición por New London Architecture, una think-tank de construcciones medioambientales.

Los frutos de un concurso internacional de ideas sobre desarrollo urbano, organizado en colaboración con el alcalde de Londres, serán expuestos durante dos meses en la Feria de la Construcción, a partir del 15 de octubre de 2015.

El concurso atrajo a más de 200 concursantes de 16 países de todo el mundo. De esos, 100 estarán en exhibición.

Un jurado seleccionará diez ideas ganadoras, y sus creadores serán invitados a unirse a un grupo de trabajo con la Autoridad del Gran Londres, para examinar cómo sus ideas se pueden aplicar a lugares reales de Londres para ofrecer la vivienda de futuro para la capital.

Entre las presentaciones al concurso, un tema recurrente fue la remodelación de los suburbios de Londres. Alastair Parvin y Adam Towle, en colaboración con la Fundación WikiHouse, proponen la introducción de un «derecho a reemplazar”, dando a los propietarios el derecho a demoler sus propiedades en los suburbios para construir la casa de sus sueños, pero solo si utilizan la mitad del espacio, liberando así espacio para una residencia extra.

Propuestas más ambiciosas incluyen transformaciones de la región externa de Londres, como la idea de los consultores inmobiliarios GL Hearn de una mega ciudad, cerca de la M25, suministrando un gran número de nuevas viviendas, así como nuevos espacios de trabajo, comercio minorista, áreas públicas y enlaces de infraestructura.

Hacer un mejor uso de las vías fluviales de Londres es otro tema fuerte. Baca- Casa en CanalBaca Architects propone 7,500 hogares flotantes colocados fijos en la red de canales de la ciudad. Architect Studio dRMM tiene un esquema llamado Floatopolis, para transformar los muelles y lugares de Londres en el río Támesis en barrios de agua.

Farrell y Buro Happold proponen puentes de bajo nivel en todo el este de Londres para facilitar el desarrollo de 50,000 unidades. Solo uno de 34 puentes de Londres se encuentra al este del Tower Bridge. Nuevos puentes hacia el este alentarían la inversión en áreas que se pasan por alto en la actualidad, dicen los arquitectos.

Otros concursantes exploran llenar las tierras sin uso, con ideas que van desde zonas industriales abandonadas hasta la reutilización de tejados. La investigación de WSP Parsons Brinckerhoff en la entrega de viviendas en la parte superior de los edificios públicos existentes, tales como hospitales, escuelas y bibliotecas, sugiere que 630,000 nuevos hogares se podrían entregar de esta forma. Bell Phillips Architects propone la adición de una vivienda modular para las azoteas de viviendas de la posguerra, mientras que la presentación de Akira Yamanaka Architects pretende crear microviviendas en los espacios entre terrazas y casas contiguas.

NBBJ propone sustituir una selección de caminos con hileras de casas nuevas. Hay 9,000 millas de calles en Londres, lo que equivale a más de un tercio de la superficie construida de Londres. La idea va de que esos caminos no son todos necesarios.

Algunos diseñadores se centraron en nuevos métodos de construcción y la prefabricación. Un plan de piso flexible diseñado por Levitt Bernstein permitiría al ocupante transformar el plano de un piso de uno de un dormitorio a uno de cuatro dormitorios. Y: Cube de Rogers Stirk Harbour & Partners también propuso la prefabricación de bloques de viviendas baratas.

La exposición gratuita “News Ideas for Housing” (Nuevas Ideas para la Vivienda) será desde octubre 15 hasta diciembre 17, en las galerías NLA en el Centro de Construcción, en la Calle Store, Londres WC1E 7BT.

Artículo original publicado en The Construction Index

Cuando Estados Unidos se vio en la necesidad de enfrentar las demandas de una población desempleada en la posguerra, al tomar posesión en 1953, el presidente Eisenhower entendió que el desarrollo de su nación no sería posible sin un vasto plan de desarrollo de infraestructura.

Así nació el plan más ambicioso de la historia, que llevó a la construcción del sistema de autopistas interestatales que hoy hacen posible el transporte en los Estados Unidos. 52 años después, y en situaciones diferentes, se repite la historia: ante la crisis hipotecaria del 2008, el presidente Barack Obama plantea la inversión de US$50,000 MM en carreteras y vías férreas, con el propósito de crear 2.5 millones de empleos. Además, para este 2015, Obama plantea una reforma fiscal para recaudar US$223,000 millones, cuyo fin será invertirlo en infraestructura en un plan a seis años.

La inversión en infraestructura aporta al capital fijo no financiero en la economía nacional

¿Por qué esto es relevante?
Ambos ejemplos, tomados de un país desarrollado, con líderes de partidos opuestos y tradición antagónica, coinciden en un aspecto común: el desarrollo de la infraestructura constituye el motor que impulsa al resto de la economía.

El conjunto de infraestructuras compone una parte fundamental de los bienes públicos de una nación, y es preciso anotar que las entidades privadas no están en capacidad de suministrar la cantidad de dichos bienes que demanda la sociedad, debido, principalmente, a que los mismos no tienen un retorno de inversión directa y a corto plazo. Corresponde al Estado la tarea de suplir esta demanda con resultados a largo plazo, y proporcionando los beneficios indirectos que pueda proveer en el corto plazo.

El primer y más notable beneficio de la inversión en infraestructura es el impacto económico visualizado en la creación de empleos directos e indirectos, y a su vez, el estímulo que esto produce en el mercado.

La contratación de mano de obra masiva en sectores técnicos y de baja calificación tiene un impacto directo en el comercio formal e informal, estimulando la demanda y favoreciendo la actividad productiva.

Reducción de pobreza
La reducción de la pobreza es otro beneficio básico, siempre y cuando esta se haga con los criterios de idoneidad específicos. El bienestar humano y la calidad de vida están estrechamente relacionados con la capacidad que tenga la sociedad de suplir los servicios básicos necesarios para desarrollarse de manera aceptable, y está limitado por la eficacia en los servicios de transporte, salud, acceso al agua potable, disposición de aguas residuales, aguas para irrigación, acceso a las telecomunicaciones, suministro de energía eléctrica, etc.

Por otro lado, invertir en infraestructura es invertir en capital fijo no financiero, que tiende a acrecentar los activos tangibles e intangibles de la sociedad.

El acceso a mejores vías de comunicación como las carreteras y puentes, permite mayor movilización de productos, bienes y servicios en menor tiempo y con mayor rendimiento, multiplicando la acumulación de capital por parte de los ciudadanos, y por consiguiente, de su calidad de vida.

En nuestra nación, cuya población se ha triplicado en 50 años, hemos visto un notable incremento de la inversión en los sectores de vías de comunicación, aeroportuarios, salud y educación, entre otros.

Desde 1970 a la fecha, la participación del sector construcción ha aumentado considerablemente, pasando de un 3% del PIB a un notable 5% en la actualidad. Sin embargo, a pesar de que este crecimiento ha impulsado la economía, aun queda cumplir el propósito de ser autosuficiente con respecto a las necesidades de la población.

El desarrollo de nuestra infraestructura ha sido “arrastrado” por la demanda, muchas veces atendiendo a criterios prácticos y cortoplacistas en lugar de seguir un plan a mediano y largo plazo.

Como toda nación en vías de desarrollo, nosotros necesitamos un programa de crecimiento hacia el mediano y largo plazo, basado en una exhaustiva planificación que estimule la inversión integral, que incluya las infraestructuras básicas para satisfacer necesidades sociales individuales, (hospitales, escuelas, centros comunitarios, instalaciones deportivas), sin obviar aquellas que darán soporte al aparato productivo y comercial (carreteras, puertos, aeropuertos, etc.), los cuales unidos a las necesarias estructuras de apoyo a largo plazo (agua, alcantarillado, presas), mantendrán la viabilidad del modelo económico vigente.

Ante las dudas, cabe preguntarse ¿puede sobrevivir el modelo económico basado en el turismo y los servicios sin disponer de los medios efectivos para esto?

Al día de hoy, las regiones dominicanas de mayor desarrollo económico y social son aquellas donde existe una red vial que permite la interconexión entre las distintas poblaciones, lo cual también facilita e incentiva el comercio. Un ejemplo es el Cibao Central, donde no existe una comunidad aislada, y donde además existe acceso casi universal a los recursos hídricos y de comunicaciones.

Otras regiones, con marcada vocación agrícola, no han podido sentar las bases para hacer sostenible su propio desarrollo.

Estimular el desarrollo

¿Cómo podemos estimular el desarrollo económico de comunidades apartadas que no logran avanzar sustancialmente con sus propios medios? No existe respuesta simple, la solución varía en función del litoral ideológico de quien responda. Sin embargo, algo que toda teoría planteará es que proveerles los medios de transporte rápidos y eficientes, hospitales generales autosostenibles, represas, zonas de producción de energía, etc., no solo creará empleos a corto plazo, sino que proveerá oportunidades en el mediano plazo y las vías para un autosustento en el largo plazo.

Definitivamente la inversión en infraestructuras tiene un valor determinante en el impulso de la economía de un país y en el sendero que este trace en sus objetivos a futuro.

La tarea es compleja, ya que debido el crecimiento de la deuda, en nuestros países se reduce cada vez más la cantidad a invertir en los presupuestos de infraestructuras, lo que representa un desafío para planificar infraestructuras eficientes, socialmente convenientes, económicamente asequibles, amigables al medio ambiente y sobre todo, sostenibles en el tiempo. Es parte de nuestro reto hacer la ingeniería financiera para lograr este objetivo. Está en nosotros enfrentar los nuevos destinos con sabiduría para seguir construyendo la República Dominicana que deseamos.

Artículo originalmente publicado en el Listín Diario